El Poder de Dios para tu Matrimonio – Guía de Aplicación del Mensaje
¿Para quienes es esta serie?
Este fin de semana comenzamos en
la Alameda una serie de mensajes titulada “un milagro para tu matrimonio”.
¿Para quienes es esta serie?
·
Para los están casados, ya sea que estén pasando
por un tiempo de crisis o por uno de luna de miel.
·
Para los solteros que albergan en su corazón la
esperanza de formar, o incluso volver a formar, una familia basada en los
principios de Dios.
Si no te encontrás en estos dos
grupos, probablemente es porque:
·
Hace rato que ingresaste a la tercera edad y
casarte no está dentro de tus planes.
·
Dios te bendijo con el don de celibato, y quiere
que permanezcas soltero par mandarte a una misión única, ardua y valiente que
amerite la soltería.
Y si aún formas arte de estos dos
últimos, quiero decirte que esta serie de mensajes será más que útil para vos,
porque los principios bíblicos que trataremos no sólo se aplican al matrimonio,
sino a todas las relaciones en las que nos vemos inmersos (familia extendida,
amigos, equipos de trabajo, etc).
Cómo activar el poder de Dios para tu matrimonio:
El pastor Fabián comenzaba su
mensaje recordándonos tres puntos de conflicto en toda relación:
ü Las diferencias Inesperadas
Hagan memoria de cuando empezaron a
conocerse con su pareja, incuso cuando comenzaron a vivir juntos: ¿cuál fue la primera gran diferencia con la
que se encontraron?
La primera diferencia que
afrontamos mi esposa y yo fue la culinaria. Todo lo que mi esposa amaba cocinar
era sano y nutritivo, rico en fibras y sobre todo: bajo en grasa. Yo provenía
de un mundo totalmente diferente, en mi casa cualquier guisito podía tomar
rápidamente la forma de un locro de 25 de Mayo con el agregado de chorizo
colorado, panceta y muchos condimentos. La primera vez que mi esposa dijo -- “voy a hacer milanesas” me llevé una
gran desilusión: en lugar de ver una sartén recalentada, vi una olla anti
adherente con tres gotitas de aceite. Con el tiempo fuimos aprendiendo a
conciliar esas diferencias encontrando puntos medios ¡aunque debo reconocer que
mi salud salió beneficiada!
Una de las áreas donde se sufren
las mayores diferencias es el carácter.
Como escuché una vez “no existe la media naranja, somos naranjas completas”.
Cada uno de nosotros llega a formar un matrimonio con su historia de vida, sus
puntos fuertes y débiles, sus costumbres, sus valores, en definitiva: su propio
carácter. La sola idea de encontrar una pareja “ideal” que tenga el mismo
carácter, la misma forma de pensar, y los mismos gustos que nosotros es
totalmente imposible. ¿Cómo hacer para lidiar con las diferencias de carácter
entre mi paraje y yo? Estos consejos pueden ayudarte:
ü Esforzate
por conocer los puntos débiles y las
fortalezas de tu pareja. De este
modo aprenderás a no atacarlo, sino a ayudarlo a reforzar su carácter.
ü Observá
a tu pareja y meditá en aquellas áreas de su día que le son más arduas,
monótonas o agotadores y proponete ayudarle
(lean 1 Pedro 3:7).
ü No
intentes adivinar lo que el/ella está pensando o sintiendo, permití que tu
pareja diga siempre lo que siente y piensa (lean 1 Corintios 2:11).
ü Practicá
la comunicación asertiva, es decir: siempre se directo, honesto con lo que sentís o
crees, pero sin faltar al respeto, humillar ni juzgar al otro (lean Santiago
1:5).
¿Qué aspectos de
los mencionados te parece que tu pareja debería pones más en práctica?
esforzate por decírselo con amor y respeto (Si su grupo pequeño no es de
parejas, apliquen la pregunta a su relación de amistad).
ü Las necesidades Insatisfechas
"No se ocupen sólo de sus propios intereses, sino también procuren
interesarse en los demás." Filipenses 2:4 (NTV)
La principal razón por las que
las relaciones naufragan, tanto las matrimoniales como las de amistad y equipo,
es porque los seres humanos estamos demasiado pendientes de la satisfacción de
nuestras propias necesidades. ¿Te pusiste a pensar alguna vez en qué necesita
esa persona que Dios puso a tu lado? En el año 1943, el terapista Abraham
Maslow, explicitó una escala que muestra cuales son las necesidades humanas más
importantes:
1. Subsistencia: provisión de salud, techo y
una alimentación adecuada.
2. Seguridad: un ambiente ordenado, libre de
peligros físicos, psicológicos (P. Ej. Personas dañinas, descalificadoras,
etc.)
3. Pertenencia y afecto: familia, amistades,
privacidad, etc.
4. Autoestima: aprobación y reconocimiento de
parte del otro.
5. Intelecto: poder crecer y desarrollar sus
capacidades mentales.
6. Apreciación estética: tener contacto regular
con la belleza (viajar, salir a comer, ir al cine o un museo, etc.)
7. Autorealización: sentirse libre para llegar
a ser lo que se anhela ser (estudiar, comenzar un proyecto, cumplir un sueño,
etc.)
¿Te considerás un conyugue que
satisface estas necesidades para con tu pareja? ¿En cuáles estás más flojito? (Si
no son un grupo de parejas pueden hacer dos cosas):
·
mediten en cómo brindan este apoyo a su grupo de
amistad.
·
Piensen que ajustes deberían hacer para
ofrecerle la satisfacción de esas necesidades a su futura pareja.
ü Los errores Imperdonados.
"Sean comprensivos con las faltas de los demás y perdonen a todo
el que los ofenda. Recuerden que el Señor los perdonó a ustedes, así que ustedes
deben perdonar a otros." Colosenses 3:13 (NTV)
Perdonar es correrse de la lógica
del intercambio. Es comprender la profundidad de la gracia de Dios en nuestra
vida y reflejarla en agradecimiento a quienes nos rodean. Cuando no perdonamos
y acumulamos en cómodas cuotas rencores sobre el otro nos aseguramos el
desgaste y posible destrucción de nuestras relaciones. Perdonar, al igual que
amar es una decisión. No es una decisión de olvidar, es la decisión de dejar de
lado el deseo de desquite y liberarnos de la amargura del rencor. Existe una
gran diferencia entre el perdón y la restauración de la confianza. El primero
debe ser inmediato. Volver a confiar en una persona es un proceso que puede
llevar más tiempo y solo puede hacerse de la mano de Jesucristo, habiendo
experimentado en carne propia su gracia infinita.
¿A quién castigas eligiendo no
perdonar? Imagina la situación inversa. ¿Cómo te sentirías si diariamente se te
recordarían tus faltas y errores? ¿Qué cosas no has perdonado? ¿Qué te impide
perdonar? ¿La paz que viene del perdón y de la gracia de Dios, es una realidad
en tu vida?
Ejerciten el perdón: armen una
lista de aquellas cosas que no has perdonado aun de tu pareja, amigo o
familiar. En oración decidí perdonar, si es tu pareja conversalo y comunicale
tu decisión. En los otros casos, de ser posible, reunite lo antes posible para
enmendar las fisuras de tu relación. Recordá siempre que “En cuanto de ustedes dependa, hagan lo posible por vivir en paz con
todo el mundo” Romanos 12:18 (RVA-2015)
Adoración.
Tomen un tiempo para orar unos
por otros. Si están en parejas,
pueden dividirse hombres de mujeres para tener un tiempo de mayor intimidad.
Si son un grupo de solteros que está orando por el
hombre/mujer de Dios, tengan un tiempo de oración pidiéndole a Dios que les
enseñe de antemano cómo es ser un esposo/esposa conforme a su Corazón. ¡Cuánto
más jóvenes son, más tiempo tienen para que el Espíritu Santo los vaya preparando
para el matrimonio!
Si no tienen intención de
constituir un nuevo matrimonio, oren
por los matrimonios de la iglesia, intercedan por ellos para que puedan
reflejar la luz del Evangelio en la comunidad.
Ministerio.
Decidí ver a tu pareja no sólo
como tu amante, sino como tu hermano/a en la fe y miembro de la familia de
Dios. Proponete ser un esposo/esposa dispuesto a servirle y satisfacer sus
necesidades.
Propónganse ayudar a los
matrimonios de la iglesia a crecer: decídanse a buscar parejas que están pasando
por situaciones de crisis: oren por ellas, ofrézcanle consejo y ayuda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario