Repasemos los reflejos básicos
que cada cristiano debe presentar si quiere permanecer en una relación dinámica
y profunda con Dios y sus hermanos. El primer reflejo nos recordaba la
importancia de disfrutar la presencia de Dios en medio de su Iglesia. El segundo
reflejo nos animó a volver a ser como niños recién nacidos que se alimentan de
leche y depender de la Palabra de Dios de la misma forma. Este fin de semana
revalorizamos la importancia del servicio voluntario al cuerpo de Cristo y al
Reino. ¿Qué desafíos sentiste de parte
de Dios en estas semanas?
Crecer: Lean la historia, Asamblea en la
carpintería.
Cuentan que en la carpintería
hubo una vez una extraña asamblea. Fue una reunión de herramientas para
arreglar sus diferencias. El martillo ejerció la presidencia, pero la asamblea
le notificó que tenía que renunciar. ¿La causa? ¡Hacía demasiado ruido! Y
además, se pasaba el tiempo golpeando.
El martillo aceptó su culpa, pero pidió que también fuera expulsado el
tornillo; dijo que había que darle muchas vueltas para que sirviera de algo.
Ante el ataque, el tornillo aceptó también, pero a su vez pidió la expulsión de
la lija. Hizo ver que era muy áspera en su trato y siempre tenía fricciones con
los demás. Y la lija estuvo de acuerdo, a condición de que fuera expulsado el
metro que siempre se la pasaba midiendo a los demás según su medida, como si
fuera el único perfecto. En eso entró el carpintero, se puso el delantal e
inició su trabajo. Utilizó el martillo, la lija, el metro y el tornillo.
Finalmente, la tosca madera inicial se convirtió en un fino mueble. Cuando la
carpintería quedó nuevamente sola, la asamblea reanudó la deliberación.
Fue entonces cuando tomó la
palabra el serrucho, y dijo:- Señores, ha quedado demostrado que tenemos
defectos, pero el carpintero trabaja con nuestras cualidades. Eso es lo que nos
hace valiosos. Así que no pensemos ya en nuestros puntos malos y concentrémonos
en la utilidad de nuestros puntos buenos. La asamblea encontró entonces que el
martillo era fuerte, el tornillo unía y daba fuerza, la lija era especial para
afinar y limar asperezas y observaron que el metro era preciso y exacto. Se
sintieron entonces un equipo capaz de producir muebles de calidad. Se sintieron
orgullosos de sus fortalezas y de trabajar juntos
"Todos ustedes, en conjunto, forman el cuerpo de
Cristo, y cada uno es un miembro separado y necesario del
mismo." 1 Corintios 12:27 (LBAD)
“Cualquier cosa que hagan, háganla con todo su corazón, como
trabajando para el Señor, y no para los hombres, sabiendo que la recompensa
viene del Señor.” Colosenses 3: 23 -24
¿Te considerás un miembro
necesario de la iglesia? ¿Estás sirviendo con todo tu corazón? ¿Cómo podés
revivir la pasión por el servicio? ¿Qué cualidades te fueron dadas para que
seas de bendición al cuerpo de Cristo? ¿Somos un montón de herramientas o un
taller dirigido por el Carpintero que saca lo mejor de cada uno.
Servir: ¿De qué forma práctica pueden motivarse mutuamente a ser
voluntarios apasionados por el servicio?
Adoración: Vivir en comunidad es un gran aprendizaje que requiere
la dedicación y el compromiso de amarnos y servirnos a pesar de nuestras
diferencias y defectos. Mencionen tres aspectos que valoran de nuestra iglesia
y sus miembros. Terminen dando gracias a Dios por el privilegio de servirle en
nuestra hermosa familia de fe.
Alcanzar: “Yo en ellos, y tú
en mí, para que sean perfectos en unidad,
para que el mundo crea que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como
también a mí me has amado” Juan 17:23 (RVC) ¿Cómo nos ve nuestra ciudad?
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