martes, 28 de febrero de 2017

Amémonos Siempre

Destinado a matrimonios de todas las edades y etapas de vida. Los desafiará a edificar un amor apasionado y duradero a partir de la siguiente verdad fundamental: Nunca conocerás la profunda satisfacción del amor para toda la vida si primero ni estás enamorado de la vida.
La primer parte les brindará herramientas para enamorarse de la vida, cómo resolver el enojo, cómo transformar los problemas en aprendizaje, cómo fortalecer la decisión de amar, evitar la ofensa y elegir la honra en el matrimonio.
La segunda parte realiza un recorrido por los principios del amor eterno. Cómo permanecer enamorado de su cónyuge, los signos vitales de un matrimonio saludable, comunicación entre personalidades diferentes, cómo animar y comprender a su cónyuge, cómo cultivar intimidad y proteger su matrimonio.

Duración: 12 encuentros.

Dinámica: por grupos pequeños en hogares


Fundamentos

El cimiento de cualquier edificio determina su tamaño y fortaleza al igual que en nuestras vidas. Una vida edificada sobre un cimiento falso o defectuoso nunca alcanzará las alturas que Dios quiere que alcance. Si tu cimiento es escaso, limitas tu vida. Conocer la verdad es el camino a la libertad en Cristo. En este programa aprenderás a descubrir las verdades esenciales de la fe cristiana, cómo vivir de acuerdo a ellas y aplicarlas en tus relaciones, carácter y trabajo.
¿Por qué necesitas un cimiento bíblico en la vida?
Es la fuente del crecimiento y la estabilidad, muchos de nuestros problemas en la vida vienen a causa de razonamientos errados. Jesús dijo: “y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.” Juan 8:32
Es la base de una familia saludable: “Con sabiduría se edifica una casa y con prudencia se afianza” Proverbios 24:3
Es el punto de partida del liderazgo: “Sé un buen obrero, alguien que no tiene de qué avergonzarse y que explica correctamente la palabra de verdad.” 2 Timoteo 2:15b
La verdad de Dios es el único cimiento que permanecerá: “Puede ser que algunas personas nos contradigan, pero lo que enseñamos es la sana enseñanza de nuestro Señor Jesucristo, la cual conduce a una vida de sumisión a Dios” 1 Timoteo 6:3
Algunos temas puntuales que se tratan en Fundamentos son: La Biblia, Dios, Jesús, el Espíritu Santo, la Creación, la Salvación, la Santificación, el Bien y el Mal, la vida después de la muerte, la iglesia y la Segunda Venida.

Duración: 12 semanas

Dinámica: Exposición y trabajos grupales


Paso a paso por el Nuevo Testamento

Podrás descubrir el ministerio terrenal de Cristo y sus discípulos paso a paso, mientras conoces cada uno de los libros del NT, su mensaje y sus aplicaciones para tu vida diaria. 
Algunos contenidos son: Dios y el Nuevo Pacto, introducción a los Evangelios, el Evangelio de Mateo, Marcos, Lucas, Juan. El libro de los Hechos, las epístolas de Pablo, las epístolas generales y el libro de Apocalipsis.
Las dinámicas de trabajo del curso apuntan a analizar y comprender el mundo del Antiguo Testamento, brindan herramientas para el análisis y la aplicación a la vida actual.

Duración: 12 semanas.

Dinámica: Exposición y trabajos grupales


Mi Experiencia con Dios

El poder de Dios está disponible para todo aquel que tiene sus ojos abiertos y su corazón dispuesto. Este discipulado te llevará a la aventura de aprender a oír la voz del Espíritu Santo, comprender dónde está obrando y unirte a sus propósitos eternos.

Contenidos generales: La voluntad de Dios y tu vida, aprender a mirar a Dios, Dios busca una relación de amor con vos, cómo habla Dios a tu vida, qué ajustes realizar después de escuchar claramente lo que Dios quiere, el significado de obedecer, la voluntad de Dios y la Iglesia. Cómo permanecer en comunión con Dios.

Duración: 12 encuentros.
Dinámica: por grupos pequeños en hogares


lunes, 20 de febrero de 2017

Es tiempo de Crecer

El discipulado es la aventura de seguir e imitar a Jesucristo para desarrollar su carácter. Cada año nos desafiamos a ir por más en esta aventura de conocer a Dios, aprender a escuchar su voz y experimentar su poder obrando en y a través nuestro.

En este 2017 Dios quiere continuar su obra de transformación en tu vida, renovar tu corazón y rendirlo al obrar de su Espíritu Santo. "... y así creceremos en todo sentido hasta parecernos más y más a Cristo, quien es la cabeza de su cuerpo, que es la iglesia." Efesios 4:15b (NTV)


No te pierdas cada una de las oportunidades de crecimiento con herramientas y recursos que equipen una generación de cristianos maduros en cada aspecto de su personalidad y que asuman el desafío de ser hacedores de nuevos discípulos. Es tiempo de Crecer.





domingo, 11 de diciembre de 2016

Preparando la fiesta del encuentro: Cómo establecer prioridades

Conéctense unos con otros: pide a los miembros de tu grupo que compartan cuál es su recuerdo navideño más grato y porqué.
Crezcamos juntos:
Hombres y mujeres de la historia continúan sorprendiéndose con la efectividad de Jesús. Se siguen preguntando cómo en tan poco tiempo, ya que su ministerio duró apenas tres años, logró transformar el mundo para siempre. Me gusta la conclusión de este autor:
“Él (Jesucristo) hizo que una existencia breve, de alrededor de treinta años, abruptamente interrumpida, fuera una vida completa. No podemos admirar la belleza y el equilibrio en su vida sin tener en cuenta los factores que la hicieron posible” (A. E. Whiteham, disciplina y cultura de la vida espiritual).
El principal factor de impacto en el ministerio de Jesús fue su efectividad en el establecimiento de prioridades. En los Evangelios, podemos ver que Jesús hace aproximadamente 120 referencias a la importancia de establecer prioridades para cumplir su misión en tiempo y forma: “el tiempo debido” (Mr 12:2), “ha llegado la hora” (Jn 4:23) o “es necesario” (Lc 2:49) son frases comunes en Jesús. De hecho, la primera vez que Jesús habló en público, lo hizo para declarar a todos cuales serían las actividades en las que centraría su ministerio (lean Lucas 4:16-21). Y a eso de dedicó durante tres años: predicar las Buenas Nuevas, sanar enfermos, liberar endemoniados y también, eventualmente, resucitar algunos muertos.
Pregunta a los integrantes del Grupo ¿Llevas una agenda en la que administras el uso de tu tiempo? ¿Cuánto tiempo pasas mirando TV o entreteniéndote en las redes sociales? Probablemente al principio te digan que no mucho, pero guíalos a hacer la siguiente cuenta: que calculen cuantas horas pasan al día frente a la TV, la PC o el celular (las hs de trabajo no cuentan), luego haz que calculen cuantas horas suman en una semana, en un mes y en un año. 
Si miras un promedio de 3 hs de TV al día, y a eso le sumas 3 hs de celular… ¡al finaliar el año habrás perdido 2190hs! ¡Es la cantidad de horas que necesitas para cursar una carrera de cuatro años!
El año se está terminando, en las 3 semanas que nos quedan no podemos cambiar lo que no hicimos en las 49 restantes. No obstante, podemos hacer el ejercicio de administrar tiempo y prioridades para que las fiestas de Navidad y Año Nuevo sean unas grandes fiestas. Quisiera mostrarte un modelo de administración del tiempo y las prioridades:
“en el año 1920 el magnate del acero Charles Schwab se reunió con Ivy Lee, uno de los primeros consultores en el campo de la administración. Schwab le pidió “enséñeme cómo hacer más cosas en menos tiempo y le pagaré lo que me pida, siempre dentro de lo razonable”. Ivy le respondió: cada noche, antes de ir a dormir, tome una hoja de papel y anote las seis tareas más importantes del día de mañana, en orden de prioridad. Al día siguiente, comience por la primera hasta completarla. Y así sucesivamente. Al finalizar el día rompa la hoja y haga una nueva. No se preocupe si no termina todas las tareas, la meta principal es dedicarle el día a las más importantes… semanas después Ivy recbió de Schwab un cheque por 25.000 dólares (el equivalente a 250.000 de hoy), con una nota que decía “gracias por haberme dado la lección más útil que recibí hasta el día de hoy” (tomado de: Charles Hummel, libresde la tiranía de la urgencia).
Ejercicio para el Grupo: reparte una hoja de papel con diez ítems a cada integrante del grupo. Pídeles que anoten, sin establecer un orden, las seis cosas más importantes que deben preparar antes de que llegue la noche buena, dejando vacíos los últimos cuatro ítems. Seguramente varios incluyan en la lista “comprar los regalos”, “encargar la comida”, “acondicionar la casa”, etc. Al terminar pídeles que lean lo que anotaron. Si alguien escucha algo que no tuvo en cuenta puede agregarlo a su lista. 
Importante: si nadie anotó cosas como “mejorar mi relación con Dios”, “reconciliarme con alguien” o “bendecir a los que menos tienen”, recuérdaselo sutilmente para que lo agreguen a la lista.
En una segunda hoja, o al reverso, pídeles que anoten en orden de prioridad cuales son las seis cosas de las que se ocuparán al día siguiente

Adoremos juntos a Dios:
Tengan un tiempo de oración de dos en dos. Pídele a cada integrante que, durante la semana, se comprometa a rendir cuentas a su compañero de oración sobre el cumplimiento de las prioridades establecidas.
Sirvamos juntos al Señor:
Sería bueno que desafiaras a tu grupo pequeño a bendecir a otras personas en esta navidad. Si no lo han hecho, contáctense con los líderes de Misión en las Calles (Gerardo Bisogno) o la Misión al Desierto de Lavalle (Raúl Layana) y pregúntenles que pueden aportar para las festividades que están organiando. Pueden ayudar con comida, ropa, elementos de higiene, juguetes, etc. ¡Celebren como grupo esta navidad con un corazón de servicio a Dios!

lunes, 5 de diciembre de 2016

Preparando la Fiesta del Encuentro

Cómo reconciliarte con las personas

Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.” (Mateo 5:7 RVC)
"Este Juan irá delante del Señor, con el espíritu y el poder del profeta Elías, para reconciliar a los padres con los hijos y para que los rebeldes aprendan a obedecer. De este modo preparará al pueblo para recibir al Señor." Lucas 1:17 (DHH)

Juan anunciaba el ministerio de Jesús animando a la gente a reconciliarse con los demás. Juan los estaba preparando para encontrarse con Jesús. La paz que proponía Juan y luego Jesús reafirmaría, no era una paz exenta de conflictos (Mateo 10:34) La reconciliación implica humildad de corazón y un anhelo profundo por presentarse a Dios aprobado (2 Timoteo 2:15) pero es un proceso conflictivo en el que dos o más personas luchan con su gran Yo antes de buscar la guía de Dios en el proceso. Las semanas previas a la Navidad nos recuerdan la urgencia de estar preparados para el encuentro más esperado. Recordar el nacimiento de Jesús implica recordar aquellos asuntos pendientes que nos alejan de disfrutar una relación íntima con Dios. Preparemos nuestro corazón. Busquemos la Paz.
¿Por qué debo ser un pacificador?
1. Porque Dios me ha perdonado a mí. “(..) de modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes.” (Colosenses 3:13 NVI) Perdonar es soltar. Es obedecer la Palabra de Dios y dejar en sus manos la Justicia. ¿Qué situaciones te dificultan cumplir el mandato del perdón?
2. Porque el resentimiento afecta mi vida. “Una piedra es pesada, y la arena también, pero el resentimiento causado por el necio es aún más pesado.” (Proverbios 27:3 NTV) ¿Existe resentimiento en tu vida? Compartí con tu grupo.
3. Porque si no perdono, Dios no me perdonará. “pero si te niegas a perdonar a los demás, tu Padre no perdonará tus pecados” (Mateo 6:15 NTV) ¿Crees que existen excepciones para ejercer el perdón?
¿Cómo puedo ser un pacificador?
La mejor manera de comenzar a cumplir éste desafío de Jesús, es empezando por mí mismo. Si hay una persona con la cual has discutido y en éste momento están distanciados, podes comenzar tratando de restaurar esa relación. Los siguientes consejos te serán de ayuda:
1. Planifica un encuentro de reconciliación. “si… te acuerdas de que alguien está enojado contigo… ve de inmediato a reconciliarte con esa persona.” (Mateo 5:23-24 TLA)Hagan todo lo posible por vivir en paz con todos.” (Romanos 12:18 NTV)
A pesar de los temores que puede causarnos el encuentro, la Biblia dice que si estamos mal con alguna persona, debemos tomar la iniciativa de planificar un encuentro. No importa quien haya sido culpable del distanciamiento.
2. Hace lo posible por ponerte en el lugar del otro. “No se ocupen sólo de sus propios intereses, sino también procuren interesarse en los demás.” (Filipenses 2:4 NTV) Esto significa tratar de ponernos en el lugar de la otra persona, entender cómo se siente.
¿Cuáles son sus necesidades? ¿Cómo esas necesidades están pudiendo influir en su mal comportamiento? ¿Cómo nuestro distanciamiento puede estar causándole dolor?
3. Cuida tu manera de hablar. “La respuesta amable calma el enojo, pero la agresiva echa leña al fuego.” (Proverbios 15:1 NVI)
¿Cómo es tu estilo de hablar cuando estás en desacuerdo con alguna persona? Seguro mejorarás mucho tus relaciones si evitas un lenguaje agresivo, confrontativo o hiriente, y lo cambias por un estilo más amable y comprensivo.
4. Enfatiza el perdón de Dios.Todo esto proviene de Dios, quien por medio de Cristo nos reconcilió consigo mismo y nos dio el ministerio de la reconciliación” (2 Corintios 5:18 NVI)
Ya sea que vos hayas causado el conflicto, la otra persona, o sea responsabilidad de ambos, enfatiza siempre que el motivo de la reunión es tu conciencia del perdón inmerecido de Dios sobre tu vida. Así como Dios nos reconcilió en Cristo, nosotros debemos buscar la reconciliación unos con otros.
5. Obedece más allá de tus sentimientos. “Dejen que la paz de Cristo gobierne sus corazones” (Colosenses 3:15 TLA)
Buscar la reconciliación no es simplemente una cuestión de deseo, sino de obediencia. ¿Estás dispuesto a dejar de lado tus sentimientos y dejar que la perspectiva de Dios gobierne tu vida?

Cierre y adoración: El enfrentar los contratiempos de la vida de acuerdo a los valores del reino es una forma de hacer la Paz. (Ro 14:19) Uno de los primeros pasos para lograrlo es tener paz interior, solo aquella persona que resolvió sus propios conflictos (complejos, traumas, heridas, etc.) puede rendirle por completo su corazón a Dios y transformarse en pacificador (Jn 14:27) El que hace la Paz está involucrado en la misma obra que hace el Dios de Paz (2° Co 13:11)