Cómo reconciliarte con las personas
“Bienaventurados
los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.” (Mateo 5:7
RVC)
"Este Juan
irá delante del Señor, con el espíritu y el poder del profeta Elías, para
reconciliar a los padres con los hijos y para que los rebeldes aprendan a
obedecer. De este modo preparará al pueblo para recibir al Señor." Lucas
1:17 (DHH)
Juan anunciaba el ministerio de
Jesús animando a la gente a reconciliarse con los demás. Juan los estaba
preparando para encontrarse con Jesús. La paz que proponía Juan y luego Jesús
reafirmaría, no era una paz exenta de conflictos (Mateo 10:34) La
reconciliación implica humildad de corazón y un anhelo profundo por presentarse
a Dios aprobado (2 Timoteo 2:15) pero es un proceso conflictivo en el que dos o
más personas luchan con su gran Yo antes de buscar la guía de Dios en el
proceso. Las semanas previas a la Navidad nos recuerdan la urgencia de estar
preparados para el encuentro más esperado. Recordar el nacimiento de Jesús
implica recordar aquellos asuntos pendientes que nos alejan de disfrutar una
relación íntima con Dios. Preparemos nuestro corazón. Busquemos la Paz.
¿Por qué debo ser un
pacificador?
1. Porque Dios me ha
perdonado a mí. “(..) de modo que se
toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como
el Señor los perdonó, perdonen también ustedes.” (Colosenses 3:13 NVI) Perdonar es soltar. Es obedecer la Palabra
de Dios y dejar en sus manos la Justicia. ¿Qué situaciones te dificultan
cumplir el mandato del perdón?
2. Porque el resentimiento
afecta mi vida. “Una piedra es pesada, y
la arena también, pero el resentimiento
causado por el necio es aún más pesado.” (Proverbios 27:3 NTV) ¿Existe resentimiento en tu vida? Compartí
con tu grupo.
3. Porque si no perdono,
Dios no me perdonará. “pero si te niegas
a perdonar a los demás, tu Padre no perdonará tus pecados” (Mateo 6:15 NTV)
¿Crees que existen
excepciones para ejercer el perdón?
¿Cómo puedo ser un pacificador?
La mejor manera de comenzar a cumplir éste desafío de Jesús, es empezando
por mí mismo. Si hay una persona con la cual has discutido y en éste momento
están distanciados, podes comenzar tratando de restaurar esa relación. Los
siguientes consejos te serán de ayuda:
1. Planifica un encuentro de
reconciliación. “si… te acuerdas de que
alguien está enojado contigo… ve de inmediato a reconciliarte con esa persona.”
(Mateo 5:23-24 TLA) “Hagan todo lo posible por vivir en paz con
todos.” (Romanos 12:18 NTV)
A pesar de los temores que puede causarnos el encuentro, la Biblia dice que
si estamos mal con alguna persona, debemos tomar la iniciativa de planificar un
encuentro. No importa quien haya sido culpable del distanciamiento.
2. Hace lo posible por
ponerte en el lugar del otro. “No se
ocupen sólo de sus propios intereses, sino también procuren interesarse en los
demás.” (Filipenses 2:4 NTV) Esto significa tratar de ponernos en el lugar de la otra persona, entender
cómo se siente.
¿Cuáles son sus necesidades? ¿Cómo esas necesidades están pudiendo influir
en su mal comportamiento? ¿Cómo nuestro distanciamiento puede estar causándole
dolor?
3. Cuida tu manera de
hablar. “La respuesta amable calma el
enojo, pero la agresiva echa leña al fuego.” (Proverbios 15:1 NVI)
¿Cómo es tu estilo de hablar cuando estás en desacuerdo con alguna persona?
Seguro mejorarás mucho tus relaciones si evitas un lenguaje agresivo,
confrontativo o hiriente, y lo cambias por un estilo más amable y comprensivo.
4. Enfatiza el perdón de
Dios. “Todo esto proviene de Dios,
quien por medio de Cristo nos reconcilió consigo mismo y nos dio el ministerio
de la reconciliación” (2 Corintios 5:18 NVI)
Ya sea que vos hayas causado el conflicto, la otra persona, o sea responsabilidad
de ambos, enfatiza siempre que el motivo de la reunión es tu conciencia del
perdón inmerecido de Dios sobre tu vida. Así como Dios nos reconcilió en
Cristo, nosotros debemos buscar la reconciliación unos con otros.
5. Obedece más allá de tus
sentimientos. “Dejen que la paz de Cristo
gobierne sus corazones” (Colosenses 3:15 TLA)
Buscar la reconciliación no es simplemente una cuestión de deseo, sino de
obediencia. ¿Estás dispuesto a dejar de lado tus sentimientos y dejar que la
perspectiva de Dios gobierne tu vida?
Cierre y adoración: El enfrentar
los contratiempos de la vida de acuerdo a los valores del reino es una forma de
hacer la Paz. (Ro 14:19) Uno de los primeros pasos para lograrlo es tener paz
interior, solo aquella persona que resolvió sus propios conflictos (complejos,
traumas, heridas, etc.) puede rendirle por completo su corazón a Dios y
transformarse en pacificador (Jn 14:27) El que hace la Paz está involucrado en
la misma obra que hace el Dios de Paz (2° Co 13:11)